A través del "río de oro"
El río Duero (o de oro) recorre gran parte de España pero es en su frontera con Portugal donde adquiere una gran relevancia y expresividad, tanto por su valor natural como por lo que ha supuesto para las poblaciones de este entorno durante milenios. Reflejada en cada uno de sus rincones, la íntima y profunda relación del Duero con las poblaciones de los arribes se mantiene aún muy viva: las infinitas hiladas de viñedos cubriendo las laderas; las estrechas calles y joyas del románico asomando tras cada esquina; o las sobrecogedoras tradiciones que han traspasado la religión y hoy son paradigma de la autenticidad de sus gentes.