5 de los pueblos más bellos de La Alcarria

¡Qué difícil es elegir a los pueblos más bellos o con más encanto de una tierra tan vasta como La Alcarria! La importancia histórica, natural y cultural de las 187 localidades que conforman esta comarca se disfruta en cada una de sus callejuelas empinadas, en los intensos sabores de su gastronomía, en las vistas de sus imponentes castillos...

Sin embargo, lo que sí podemos hacer es un extenso recorrido casi a vista de pájaro sobre esta anciana región, y descubrir de norte a sur, de este a oeste, los pueblos que en cualquier caso destacan en cada zona de La Alcarria bien por su encanto, su historia o su relevancia. Tanto si estás viajando a través de Guadalajara, Cuenca o Madrid, como si quieres aventurarte a rutear por toda la comarca, estos son los cinco pueblos que no querrás perderte. 

Brihuega (Guadalajara)

Localizada en el norte de la comarca en las tierras conocidas como la Alcarria Alta y atravesada por el río Tajuña, la Villa de Brihuega está declarada como conjunto histórico-artístico por el valor del patrimonio que atesora. Callejeando a través de esta villa descubrirás auténticas joyas medievales como las iglesias del siglo XIII de San Felipe, San Miguel y Santa María de la Peña, o arcos y lienzos aún en pie de la muralla que rodeaba el sitio. La Villa gozaba de una tradición textil desde el siglo XIII, que despuntó a partir del siglo XVIII gracias a la construcción de la Real Fábrica de Paños de Carlos III en 1750, paradigma de las construcciones de ingeniería civil del ideario ilustrado en España. A lo largo del siglo XIX creció la importancia de Brihuega ya que atraía al capital inversor de entonces por su proximidad con las líneas de comunicación entre Madrid-Zaragoza-Barcelona, y sobre todo tras la llegada del ferrocarril durante la segunda mitad del siglo XIX. Testigo de esta época se conservan algunos edificios con decoración modernista y miradores acristalados. Pero además, últimamente Brihuega es muy conocida por el sobrenombre de "El Jardín de La Alcarria", debido a la inmensidad de los campos de cultivo de plantas aromáticas en su entorno. Entre ellos, destaca el espectáculo de la floración de la lavanda, que ocurre cada mes de julio, hoy convertido en un festival que inundará tus sentidos.

Arquitectura medieval y moderna se dan la mano en Brihuega
Modern and medieval architecture go hand in hand in Brihuega

Pastrana (Guadalajara)

Pastrana es el corazón y la "capital" de La Alcarria. Localizada en pleno centro de la comarca, la importancia histórica y cultural de esta villa es incalculable. Había sido una dinámica ciudadela carpetana muy codiciada por los romanos donde finalmente asentaron la ciudad de Paternina, con cierta importancia en los períodos romano y medieval. Pero fue sobre todo tras ser adquirida por los de la Cerda cuando experimentó un gran auge gracias al mecenazgo de esta familia. Fue una de las villas más importantes de los siglos XVI-XVII en el Reino de Castilla, y los Duques de Pastrana figuraban entre las familias más influyentes de las Cortes europeas; una época que cada mes de julio se recrea en el Festival Ducal, declarado Fiesta de Interés Turístico. Entrar en Pastrana traslada al viajero a una época que aunque parece legendaria desborda realidad histórica, como el impresionante conjunto histórico-artístico que aún conserva casi intacto, entre el que destacan la impresionante Colegiata de la Asunción, de origen medieval y que acoge varias colecciones artísticas (incluyendo la colección de tapices flamencos del siglo XV, única en el mundo); y el Palacio Ducal, residencia de los Duques de Pastrana y ejemplo de la arquitectura renacentista castellana. Al visitar el palacio, el viajero conocerá también la desdichada historia de la Princesa de Éboli: cómo languidecía mientras miraba pasar el tiempo en el reloj de la Plaza de la Hora desde su balcón, ya que había sido confinada en el mismo palacio por orden de Felipe II. La mayoría dicen que por haber sido cómplice en una conspiración contra el monarca; otros, que en el castigo del rey iba sumado el rencor del amante despechado.

Chinchón (Madrid)

En el extremo occidental de la comarca de La Alcarria, al sureste de la Comunidad de Madrid, se encuentra esta auténtica joya que no en vano se encuentra oficialmente entre los pueblos más bonitos de España. Chinchón ha impactado desde hace siglos a viajeros de distintas épocas y procedencias por su belleza atemporal, y porque preserva un intenso sabor propio en sus calles, balcones, plazuelas y rincones. Más allá del impresionante conjunto histórico-artístico protegido, que incluye dos castillos del siglo XV, varias iglesias y conventos de los siglos XVI-XVII, o casonas y palacetes nobiliarios de los siglos XVIII y XIX, el corazón de Chinchón es su Plaza Mayor y su alma, las tradiciones populares que se mantienen vivas gracias al esfuerzo de sus habitantes. En los alrededores de la plaza encontrarás los antiguos lavaderos o inmensas bodegas-cueva escondidas; también puedes ver cómo se trabaja el mimbre o los textiles, o degustar (y adquirir) sus icónicos productos locales: el anís, los ajos... o sus deliciosos postres casi siempre con un punto anisado. Una curiosidad más: ¿Quieres ver la Plaza Mayor de Chinchón engalanada para el cine? Pues revisa La Vuelta al Mundo en Ochenta Días (1955) con David Niven, Cantinflas y Shirley McLein; y junto a ellos, la leyenda del toreo, el matador más hollywoodiense, Luis Miguel Dominguín.

Balconadas y Plaza Mayor de Chinchón en nocturno
The balconies around the Plaza Mayor in Chinchón at night

Huete (Cuenca)

En los límites meridionales de la comarca alcarreña se encuentra la Leal y Noble Ciudad de Huete, conocida también como la "capital" de la Alcarria conquense. Tal como ocurre con la mayoría de villas y pueblos de La Alcarria, Huete cuenta con una riqueza patrimonial de altísimo valor reflejada en imponentes edificios tanto civiles como religiosos: desde la muralla y castillo de origen andalusí hasta las casonas y palacetes nobiliarios del siglo XIX, pasando por iglesias y conventos que son auténticos exponentes del arte medieval y moderno español, como el Monasterio de la Merced del siglo XIII, o el Convento de Jesús y María del siglo XVI. Pero si hay algo que caracteriza a Huete es que ha sabido mantener un espíritu de cruce de culturas de manera que paseando a través de sus calles se respira un ambiente tradicional y al mismo tiempo cosmopolita: varios de los edificios históricos más importantes acogen por ejemplo los ancestrales y entrañables objetos del Museo Etnográfico o el Museo de la Fragua; las audaces creaciones de arte contemporáneo y fotografía del Museo Florencio de la Fuente, que incluyen piezas de Dalí y Picasso; o la pasión, autenticidad y dramatismo de las colecciones del Museo de Arte Sacro. Si viajas en mayo, te fascinarán las Fiestas de San Juan Evangelista y Santa Quiteria de Huete, especialmente con sus danzas tradicionales llamadas "galopeo".

Priego (Cuenca)

Siguiendo nuestro recorrido por los imprescindibles de La Alcarria terminamos en el extremo oriental de la comarca, en las estribaciones de la Serranía de Cuenca, para encontrarnos con Priego, una auténtica belleza sui generis cuya inconfundible silueta define el horizonte según el viajero se aproxima. Rodeado por la naturaleza exuberante de los bosques serranos, y bañado por las aguas de tres ríos, el núcleo histórico de Priego está ubicado sobre un promontorio calcáreo que ha sido recortado por la erosión. En el centro se alzan la espectacular Iglesia de San Nicolás de Bari y su torre de 30 metros, construidos en el siglo XVI en un estilo gótico tardío que aún pervivía en el interior del Reino de Castilla. Una vez más, nos encontramos ante un portento de riqueza patrimonial: tras haber sido lugar de emplezamiento de una fortaleza árabe medieval de la que aún se conserva el Torreón de Despeñaperros, Priego fue otorgado el privilegio de Señorío en el siglo XIII, y Condado y Ciudad en el siglo XIV. Fue lugar de nobles y adineradas familias castellanas por su estratégica posición de entrada a la sierra y a La Alcarria, y ese sabor señorial se percibe aún en los grandes edificios blasonados entre los que destaca el Palacio de los Condes de Priego, actual Casa Consistorial. Priego destaca además por el valor etnográfico de su tradición cerámica y la artesanía del mimbre, ambas mantenidas desde tiempos ancestrales. Una nota final para los viajeros más curiosos: podrán emocionarse visitando las esqueléticas ruinas del Convento del Rosal, donde cada verano además se celebra el Rosas Festival de música folk y metal. 

Vista de Priego con la Iglesia y Torre de S. Nicolás de Bari; al fondo, la Serranía de Cuenca
View of Priego with the church and tower of San Nicolás de Bari; the mountains of Cuenca behind

Una visita a cualquiera de estos pueblos alcarreños, o tener el privilegio de disponer del tiempo suficiente para conocerlos todos (y muchos más) y alojarte en ellos, sin duda saciará a los viajeros que quieran conocer los aspectos más sinceros del interior de España y su cultura, para ser disfrutada con calma, emoción y profundidad.